Subida y caída de un deportista
Crecí en un hogar modesto pero sin carencias, solo las que mi ego tenía. Alrededor de los quince años, mi papá me dio mi primera cerveza, sin saber lo que en esos momentos se estaba activando. Ya estando yo en el nivel medio superior de la escuela comencé a beber de manera combustible, mi papá y mis tíos tomaban así que no era muy extraño que yo lo hiciera.
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