Nunca es tarde
Septiembre / Octubre 2021 | AA en las prisiones

Nunca es tarde

El alcohol tomaba prevalencia en su vida poco a poco, distanciándolo de sus seres queridos, pero la recuperación le ayuda a cerrar la brecha

¿Quién era yo cuando bebía licor? Simplemente era una piltrafa humana, la cual no encontraba paz, ni felicidad. Solamente mi consuelo era beber licor y nada más. Qué “felicidad” tan grande era eso, rumbas de tres o cuatro o más días, guayabos temblorosos de dos días, pena moral de tres o más días, y así sucesivamente desde que comencé a beber, a los doce o trece años, no recuerdo exactamente.

¿desea continuar leyendo?

Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.

inicia sesión Renovar Suscríbete

¿Necesita ayuda con servicio al cliente?

Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)

¿tienes algo que quisieras compartir con nosotros?

¡Queremos escuchar tu historia! ¡Envíanos tu historia o foto y esta podría ser publicada en una próxima edición de la revista La Viña!

comparte aquí