Esas caras desconocidas
Cuando entré por vez primera en una reunión de Alcohólicos Anónimos recuerdo que me sentía atribulado. La causa no era sólo el dolor que me había llevado hasta ese grupo de caras desconocidas formando dos semicírculos y con un tipo sentado en una mesa, al que todos observaban como director de una orquesta. Yo tenía una sensación de vacío, yo era un ser que caminaba y nada más, perdido, sin horizonte, desahuciado por la vida y por todos.
¿desea continuar leyendo?
Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.
¿Necesita ayuda con servicio al cliente?
Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)