Septiembre / Octubre 2014

El plan de Vicky

Crea una estrategia para llevar el mensaje de AA y la revista, a donde haga falta.

Me tomó mucho tiempo para participar en el servicio, pero una vez que lo hice, mi recuperación se enriqueció de verdad. Llegué a AA en 1989 y comencé, como la mayoría de nosotros lo hacemos, a hacer servicio en mi grupo habitual. Pero cuando me convertí en RSG, vi lo que estaba pasando en AA, más allá de mi grupo.

Permaneciendo sobria un día a la vez, tuve la oportunidad de volver a la escuela y aprender a leer y escribir. Es probable que yo no sea la mejor escritora, pero ya no tengo miedo de escribir y puedo, además, continuar haciendo servicio. Así, me fui incorporando en más servicios a nivel de distrito, fui MCD y ahora sirvo como coordinadora del Grapevine en mi condado.

Mientras asistía a un taller de La Viña, el año pasado, me enteré de un grupo que proporciona suscripciones de La Viña a las cárceles. Este grupo, a la vez que apoya a La Viña, hace llegar el mensaje de AA detrás de los muros. ¡Qué gran idea!, en lugar de realizar un taller del Grapevine, que es financiado por el condado, propuse que el condado pusiera el dinero para dos suscripciones anuales, del Grapevine y La Viña, a cada uno de los nueve distritos que hay en mi condado.

Al condado de Manhattan le encantó la idea y votó por unanimidad para que esto se llevara a cabo.

Después de ver lo bien que se recibió esta idea, fui a la asamblea del Área 49 para animar a los otros condados, a los grupos y a los miembros individuales, a hacer lo mismo.

Porque esta idea no tiene que limitarse a las cárceles, pues se pueden incluir los centros de tratamiento, lugares para desintoxicaciones, hogares de ancianos, así como a los miembros de AA confinados en sus hogares, sabemos que hay muchos alcohólicos que no pueden acudir a las reuniones.

Hoy en día, además de los nueve distritos, cinco grupos se han motivado con la idea y también han comprado suscripciones, en total el Área 49 adquirió 92 suscripciones del Grapevine y La Viña.

Recientemente el condado de Orange adoptó también un plan para llevar el Grapevine y La Viña a todo el que lo necesite. En febrero, llevé esta idea a la Asamblea de Servicio de AA de la Región del Noreste (NERAASA), con la esperanza de que otras áreas adopten el mismo plan y ayuden a transmitir el mensaje.

Si tú deseas probar esta idea, aquí están los pasos que yo tomé para llevar las revistas Grapevine y La Viña detrás de los muros de las cárceles o instituciones.

1. Hacer un volante para conseguir apoyo.

2. Comunicarse con los comités de correccionales, o instituciones del área o del distrito para obtener una lista de las prisiones o centros que podrían necesitar revistas La Viña o Grapevine. Además, tu puedes hacer tu propia lista si buscas en el Internet los centros que existen en tu área.

3. Establecer contacto con estos centros para ver si les gustaría suscribirse gratuitamente a las revistas La Viña o Grapevine.

4. Proponer a tu distrito o área que un miembro o comité haga lo siguiente:

a) Elabore un guión formal a seguir cuando se llama a los centros, recordando que somos la voz de AA.

Nota: Recuerden que, tanto los centros de tratamiento o prisiones piden nombres completos.

b) Escriba una carta de confirmación oficial dirigida a la institución con membrete del distrito (si no tienes membrete, puedes utilizar el área o apartado postal del condado como membrete).

c) Elabore una carta de agradecimiento formal dirigida a todas aquellas personas que han colaborado para la compra de una suscripción del Grapevine y La Viña.

No tengo palabras suficientes para expresar mi gratitud hacia el servicio. Yo fui una alcohólica con miedo, insegura, analfabeta y al borde de la locura. Ahora recibo las mieles de la sobriedad a través del amor incondicional que recibí en AA desde la primera vez que asistí a una reunión, mi deseo es poder compartir esto con otros alcohólicos que sufren.

Cuando hacía las llamadas a los centros correccionales escuché el entusiasmo y gratitud, esto llena mi corazón de alegría. Ninguna bebida en el mundo puede hacer eso por mí.

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¡Queremos escuchar tu historia! ¡Envíanos tu historia o foto y esta podría ser publicada en una próxima edición de la revista La Viña!

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