Quiero ser profesor
Yo era un hombre que tomaba todos los días. Hacía juramentos a mi esposa, pero al día siguiente, todo era igual. Las promesas eran en vano. No podía parar. Cuando mi esposa me daba información sobre AA, yo no la aceptaba y le insistía que yo no era alcohólico. Para mis los alcohólicos eran los que andaban en la calle, harapientos y mugrientos.
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