Noviembre / Diciembre 2020
| Accesibilidades y Comunidades Remotas
Pase lo que pase
Con el sueño de poder volver a ver a su familia en México, un compañero descubre que la sobriedad no es recompensa, sino un reto diario.
Mi última borrachera fue el día dieciséis de septiembre de 2012, y hasta el día de hoy no he vuelto a tomar. Deseándoles felices 24 horas de sobriedad, como yo lo estoy, soy Gil y soy un alcohólico. Quiero darle las gracias a Dios por un día más de vida, y al programa de AA por estar hasta el día de hoy sin beber.
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