Noviembre / Diciembre 2006
Uno es demasiado y cien no bastan
Inicié mi carrera alcohólica estando en la escuela superior. En sus comienzos disfrutaba de la bebida. Bebía en fiestas y actividades de la escuela y aunque no me gustaba el sabor, sí me gustaba su efecto. Como yo era tímido, el alcohol me quitaba las inhibiciones.
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