La cólera

Somos muchos los alcohólicos en recuperación que nos acercamos al final de nuestra vida sin haber logrado la paz espiritual que nos ofrece el programa de AA. Al menos ése es mi caso. Estamos sin beber, pero todavía a veces nos invade la desesperación y el miedo y hacemos víctimas a los otros y a nosotros mismos de nuestros arranques de cólera y nuestro mal humor. Si bien desde el momento en que dejamos de beber hubo una gran transformación en nuestra manera de ser, actuar y pensar, no hemos progresado mucho en ciertos dominios importantes, como éste, el de la cólera. Nos autoengañamos creyendo que reprimiéndola y luego expresándola con nuestros compañeros o con el primero que se deje, estamos creciendo.