Mayo / Junio 2016

Sólo los tontos sufren

Sin beber, pero con una doble vida

Yo tenía veintiocho años de edad cuando llegué a un grupo de AA en Guanajuato, México, era joven, pero mi apariencia era la de un hombre acabado, en ese tiempo la vida para mí no tenía sentido, a pesar de estar casado y con cuatro hijos, los días que estaba sin beber, no les encontraba sentido, me sentía como si no perteneciera a nada, como si no fuera de este mundo.

¿desea continuar leyendo?

Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.

inicia sesión Renovar Suscríbete

¿Necesita ayuda con servicio al cliente?

Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)

¿tienes algo que quisieras compartir con nosotros?

¡Queremos escuchar tu historia! ¡Envíanos tu historia o foto y esta podría ser publicada en una próxima edición de la revista La Viña!

comparte aquí