Mi primer despertar espiritual

En mi carrera alcohólica, jamás acepté dejar de beber. Para mí era lo peor que podía pasarme. Afortunadamente, tengo un tío materno que está en el programa de AA y trató de pasarme el mensaje durante cerca de dos años. Cuando no lograba rehuirle, me quedaba a escucharlo mientras pensaba que AA estaba bien para él pero no para mí con mis 29 años gozando, según yo, de plena juventud.