Con el diablo en el cuerpo
Yo no conocía más amor que el de mis heridas y las varias cicatrices que me habían dejado una vida marcada por el alcoholismo y la locura. Quería amar más allá de mí mismo, pero no podía o no sabía cómo hacerlo. Mi día a día en rehabilitación era una prueba de supervivencia mental, 24 horas sin drogas, sin juego, sin sexo, sin apenas contacto con otros seres humanos, y sin mucho más que hacer que intentar no armar un escándalo, casi escondido y siempre avergonzado. Era bastante improbable que encontrara la raíz de todo amor. Y por eso, quizá sólo por eso, seguía bebiendo cada cierto tiempo.
¿desea continuar leyendo?
Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.
¿Necesita ayuda con servicio al cliente?
Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)