Efecto efervescente
Probé el alcohol por primera vez cuando tenía alrededor de ocho años. Mi tío abuelo me daba con frecuencia unas cuantas onzas de cerveza en una pequeña taza. Recuerdo que me gustaba el sabor, la efervescencia y el efecto relajante que me causaba. Me acostumbré a tomar sorbos de cerveza en reuniones familiares y, más adelante, en fiestecitas de adolescentes. De los sorbos, pasé a las latas y después a las botellas. Mi relación con la cerveza duró años, décadas.
¿desea continuar leyendo?
Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.
¿Necesita ayuda con servicio al cliente?
Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)