Julio / Agosto 2015
El amor del padrino
Después de una recaída recibe el aliento para seguir adelante
Después de casi veinte meses sin levantar la copa, dejé de frecuentar las reuniones, empecé a fijarme en los defectos de mis compañeros y hasta enojarme con ellos. Entonces comencé, una vez por semana, a darme ciertos permisos.
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