Encontré una nueva vida en la prisión

Quiero compartir con alguien la felicidad espiritual y la cantidad de nuevas y lindas emociones que vivo ahora, gracias al programa de Alcohólicos Anónimos. Si bien me encuentro en prisión, gracias a mi Poder Superior estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi vida. Tengo siete meses de sobriedad, el mismo tiempo que llevo encarcelado. Hace tres o cuatro meses he experimentado cambios muy positivos en mi forma de pensar, que no quiero nunca perder. En el grupo de AA he aprendido que compartir las buenas y las malas experiencias por las que he pasado me ayudará a mantenerme estable en mi diario vivir. Aunque todavía me encuentro un poco inestable, considero que la vida es mucho más divertida sin ningún tipo de droga. Tengo 26 años y mi mayor problema ha sido la bebida. Una semana antes de haber caído en prisión me divorcié, lo cual al principio me afectó mucho, pero día a día he aprendido a tener la fortaleza de aceptar las cosas que no puedo cambiar. Lo que más me asombra es que, con lo complicado que se ve, lo sencillo que es llevar a cabo los pasos de AA. El resultado, aunque apenas he digerido el primer bocadito, es que ya todo se ve muy diferente.