Libre de las cadenas

Vine de Monterrey, México buscando la "ilusión americana". Quería ganar muchos dólares para mandarlos a mi mamá, que estaba nuevamente embarazada, y a mis dos hermanas. Me alojé un par de días con un tío, pero luego él me mandó donde unos amigos, donde pronto me encontré bebiendo y fumando marihuana. Yo había empezado a tomar a los 13 años, y tenía un carácter y una forma de actuar que hoy reconozco inaguantables.  Me casé con una "güera" pero tuvimos muchos problemas, porque yo como mexicano quería todo en la mesa y calientito. Después de unos cinco años comencé a ausentarme frecuentemente del trabajo, en borracheras con amigos y amiguitas, que me hacían sentirme como rey. Ganaba mucho dinero construyendo casas, y dejé de tomar cerveza para tomar sólo whisky. En cualquier lugar donde llegaba me saludaban con una botella en la mano, y con dinero en la bolsa no había quien se resistiera a acompañarme.