Un programa en la prisión para la rehabilitación de los alcohólicos

Lo que sigue es una hoja de información redactada por Clinton T. Duffy, quien fuera el Alcaide de la Prisión de San Quintín, en ese entonces la mayor institución penal del país, de 1940 a 1952. Duffy convirtió la rehabilitación de los prisioneros en una de sus prioridades, aunque estaba convencido que ningún tipo de instrucción, formación profesional o rehabilitación podría ayudar a un presidiario si antes no se abordaba el tema de su alcoholismo. En 1941 — precisamente seis años después de que se iniciara AA y dos años más tarde de la publicación del Libro Grande — Duffy introdujo el primer programa de AA en el recinto de una prisión. Tuvo la suficiente perspicacia para comprender que la gran ventaja de AA radicaba en el hecho que los miembros se ayudaran mutuamente. En su discurso ante la Primera Conferencia Internacional de AA en Cleveland en 1950, Duffy manifestó que solamente un alcohólico podría de veras entender los problemas del alcoholismo: "Ellos, y solamente ellos, conocerían el camino de regreso, porque ellos mismos han tenido que hacer el agitado viaje ... en ambas direcciones”. La abolición de la Prohibición no trajo consigo, como muchos lo esperaban, la reducción de crímenes directamente relacionados con la bebida. Se continuó confinando a instituciones penales a un gran porcentaje de hombres quienes, excepto cuando estaban embriagados, eran ciudadanos respetuosos de las leyes: hombres que perdían el absoluto control de sus actos luego de haber ingerido el primer trago; hombres que, periódicamente, se iban de juerga bebiendo algunas veces por varios meses durante los cuales no sabían ni les importaba dónde estaban ni lo que hacían.