Article Hero Image
Julio / Agosto 1996

La magia de AA en la cárcel

Primera visita a la prisión Federal este año. Veinticuatro el año pasado. La reunión del jueves se reúne a las 7 p.m. Buena asistencia, mitad de adentro y mitad de afuera. Comenzamos a las 7:10 p.m. Siempre lo mismo. Una y otra vez. Tema abierto como de costumbre. Se demora un rato para que empiece, tengo que tener paciencia. Pausa para fumar a las 7:40 p.m. Es un gran alivio, como un oasis. Un principiante quiere hablar. Está preocupado acerca de qué decir. Le dije que eso era una bendición, que sólo tratara de escuchar. De regreso a la reunión ahora. Las cosas marchan sin interrupción. No todos van a poder hablar. Como de costumbre, se acaba el tiempo justo cuando le toca el turno al hombre nuevo. Ni siquiera alcanzan a llamarlo. Un tipo que habla hasta por los codos, como yo, se tomó los últimos cinco minutos. Ya casi es la hora de la retirada —así decimos en la cárcel cuando tenemos que volver a las celdas. Hay que apurarse. Empiezan a formar un círculo grande. El hombre a mi izquierda está temblando. A mitad de la oración, deja de temblar. Nos damos la mano. Me dio las gracias por estar allí. ¿Qué más puedo decir? Son las 8:35 p.m. ahora. La reunión se acabó, pero nadie quiere irse. Esa es la magia de AA en la cárcel.

¿desea continuar leyendo?

Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.

inicia sesión Renovar Suscríbete

¿Necesita ayuda con servicio al cliente?

Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)

¿tienes algo que quisieras compartir con nosotros?

¡Queremos escuchar tu historia! ¡Envíanos tu historia o foto y esta podría ser publicada en una próxima edición de la revista La Viña!

comparte aquí