Es cuestión de seguir buscando

Me parece que la idea de compartir el peor día de nuestra sobriedad es muy buena. He visto que toda crisis tiene algo positivo que ofrecernos; es simplemente una cuestión de seguir buscando hasta encontrarlo. Mi peor día sobria fue hace unos diez años. Llevaba en el programa aproximadamente unos seis meses, y tenía veinticinco años, cuando operaron a mi padre del corazón. Estaba empezando a tener un rayo de esperanza de que podría tener una oportunidad de hacerle reparaciones a mi familia por todo el sufrimiento que les había causado a través de los años, y me producía terror pensar que iba a perder a mi padre antes de tener oportunidad de hacerlo.