El perdón
LLegué a Alcohólicos Anónimos con mucha ira y rencor por el abuso que mi madre y yo sufrimos viviendo con mi padre. Llegué con miedo, emociones fuertes y trauma de los rasgos del pasado. Gracias a este programa tuve el valor y el amor para perdonar a mi padre por el daño que nos hizo. Sentí un gran alivio cuando ese rencor y dolor se desvanecieron.
Este programa me enseñó a amarme a mí mismo, ya que antes me sentía menos, sentía que no valía nada, y gracias a Dios y a AA encontré el amor propio, el amor por dentro que me decía que valgo, que me ame, y que la vida puede ser muy bella si nosotros mismos lo decidimos.
Aprendí a perdonarme a mí mismo y a los demás, y a empezar a reparar los daños. Doy gracias de que al fin yo, un muchacho mexicano con pensamientos de suicidio, aprendió a amar la vida y vivir la vida todos los días, si viene mal o bien, yo voy a seguir adelante.
Gracias,