Dejé atrás la prisión que habia construido
Desconociendo mi predisposición física con respecto al alcohol y, casi sin darme cuenta, fui construyendo desde mi primera edad los muros de la que sería mi prisión. Alimenté al máximo los resentimientos, alienantes impulsos de venganza y estados de ira que me obligaban a destruir todo lo que me rodeaba. Inexplicable-mente, sentía rechazo por las bebidas alcohólicas, que no me producían placer alguno.
¿desea continuar leyendo?
Debes tener una suscripción a La Viña para tener el acceso completo a nuestras historias y audios.
¿Necesita ayuda con servicio al cliente?
Llame al 800-640-8781 (Español), 800-631-6025 (Inglés), 212-870-3456 (Francés)
o escriba al correo electrónico: [email protected] (Español) o [email protected] (Inglés)